A partir de la recuperación de una antigua pintura, que resulta emblemática para una familia, se irán sucediendo una serie de situaciones, que pondrán en jaque a un delirante grupo de personajes dispuestos a todo. La bellísima Jazmín (Paula Chaves) junto a su abuela, se proponen recuperar una reliquia familiar que se encuentra en la caja fuerte de la mansión de Antuan (Pachu Peña), un peculiar artista plástico, sumamente vanguardista y alocado. Para lograr este cometido, ambas mujeres convocan a León (Pedro Alfonso), un cerrajero un tanto despistado y con pocas luces. Por otro lado, en la mismísima casa del artista, dos de sus empleados, Rosa (Romina Gaetani) y Anibal (Rodrigo Noya), se encuentran urdiendo un plan similar para lograr el mismo objetivo. Además, deberán lidiar con Mía (Agus Agazzani), la caprichosa sobrina influencer de Antuan, que no hará más que complicar el panorama. Como cualquier típico vodevil, irán transcurriendo una determinada cantidad de sucesos que hacen de esta propuesta la concreción del éxito de taquilla y la diversión asegurada. Con un espectacular despliegue escenográfico y una llamativa puesta en escena que incluye una pantalla con una proyección inicial, esta obra de teatro, producida por Dabope (Chato Prada, Ezequiel Corbo y Federico Hoppe). Pedro Alfonso y Paula Chaves son la pareja mimada por la platea. Sus intervenciones son aplaudidas y halagadas constantemente. Es que este matrimonio se ha convertido en el centro de atención de cada temporada en la Villa. Esta obra marca el regreso de Paula a las tablas. Pachu Peña es desopilante, desvergonzado y desfachatado. Con un humor y un histrionismo propio del actor, sabe como despertar las carcajadas del público y divertirse en cada función. El uso de determinados vestuarios le pone picante a sus intervenciones y sus looks son oportunos para reír sin parar.